pic

Llega el boletín de notas del segundo trimestre. No puede ser. He suspendido otra vez matemáticas, lengua, naturales, sociales… Ya no se qué hacer. Yo me esfuerzo, lo prometo. No soy capaz. ¿Qué más puedo hacer? No quiero repetir. ¿Para qué esforzarme si luego suspendo igual? Ya no se qué hacer. Mis padres me van a matar…

Hace unas semanas los niños empezaron el tercer trimestre en el que se puede ver cada vez más cerca el final del curso. Aquellos niños cuyas notas del segundo trimestre no fueron todo lo buenas como hubieran deseado, comienzan este trimestre con una carga de estrés adicional que les puede provocar un descenso en la autoestima y la motivación, apareciendo pensamientos tan dañinos como los del caso anterior y provocando que acaben tirando la toalla.

Por desgracia esta es una situación que más de un padre y madre con un hijo de TDAH habrá vivido. Vemos como nuestro hijo se esfuerza, seguramente más que el resto de sus compañeros, se tira horas delante de los libros y apuntes, pero llega la hora de las notas y es otro varapalo. Corremos el peligro de que surja un pensamiento tan simple como lógico: “Si estudio 4 horas y saco un 4, si estudio 0 horas, sacaré un 0. Da igual, al final son dos suspensos iguales”.

¿Y QUÉ PODEMOS HACER?

Lo primero que tenemos que hacer es ayudarles a recuperar el ánimo. Este trimestre que acaba de entrar es el más importante. Aunque desde el principio del curso se hace hincapié en la importancia de trabajar todo el curso, es el tercer trimestre cuando se decide todo. Por ello, debemos subir su estado anímico y alentar su esfuerzo.

En el aprendizaje intervienen muchos procesos cognitivos: inteligencia, memoria, atención y percepción principalmente. Estos niños presentan dificultades en el apartado de la atención el cual se puede compensar con una serie de técnicas de estudio eficaces. Por lo tanto, debemos recordar que el TDAH no es un problema de inteligencia, no es que nuestro hijo o hija no pueda, sino que es posible que no disponga de los procedimientos más beneficiosos para ellos y su esfuerzo no se vea recompensado.

Nuestra experiencia nos dice que son niños que se esfuerzan más y es una lástima que dicho esfuerzo quede oculto. Si queremos que nos hagan una bonita casa de madera, ofrecerles un buen martillo, unos buenos clavos y un espacio adecuado para su realización se antoja fundamental. En cambio, si solo disponen de una piedra y unos cuantos palillos, por mucha destreza que tengan y por mucho que se esfuercen el resultado no será el mismo.

Somos conscientes de que estos métodos deberían enseñarse en los colegios, destinar un espacio de su tiempo en enseñar unos hábitos y unas buenas técnicas de estudio. Los niños con TDAH no pueden estudiar leyendo y repitiendo solamente. Enseñarles pautas para comprender un texto, subrayar, resumirlo y elaborar y secuenciar la información por medio de esquemas les ayudará a interiorizar mejor los contenidos, a ser más autónomos y más competentes. No queremos solo niños con grandes conocimientos, sino también que dispongan de unas buenas herramientas y unas buenas competencias que les motiven y potencien un buen desarrollo personal.

En conclusión, no desesperéis y no perdamos la confianza en ellos. El curso no ha terminado. Animarles e incitarles a seguir esforzándose, a seguir intentándolo. No deben caer en la apatía, ni pensar que no pueden afrontar sus demandas escolares. Ofrezcámosles métodos y recursos que les sean útiles y les ayuden a demostrar todo su potencial académico. Que no pierdan la voluntad.

Educ-at

educatdah.com

la-indisciplina-escolar

Los últimos datos de prevalencia señalan que uno de cada veinte niños presenta TDAH. Esto significaría que uno o dos niños por clase lo padecerían, por lo que se antoja fundamental formar a docentes en este trastorno de una manera eficaz.

Los profesores son uno de los principales agentes de detección, es decir, en un alto porcentaje son los primeros en identificar a un niño o adolescente con TDAH. Ellos no diagnostican pero sí que pueden iniciar una posible sospecha del trastorno. Por lo tanto, aquellos que carezcan de formación sobre el TDAH pueden, además de no valorar adecuadamente las señales de alerta, suponer un obstáculo en el desarrollo del niño.

A menudo nos encontramos con familias que realizan un sobreesfuerzo, tanto a nivel económico como a nivel emocional, para ofrecer a su hijo diversos profesionales que les enseñen a adquirir una serie de estrategias que fomenten su crecimiento. Esfuerzos que conllevan mejorías pero que ante un profesor desconocedor del tema supone un freno, puesto que pueden presentar dificultades para percibir cualquier pequeño logro, o son incapaces de incentivar al niño o no comprenden las dificultades que presenta.

Esto no quiere decir que no nos hayamos encontrado profesores, orientadores o directores sensibilizados con estos niños. Afortunadamente,  el origen de las soluciones se encuentra cada vez más en los colegios gracias a personal docente con una mayor sensibilización y concienciación con el TDAH. Profesores que saben entenderles, motivarles y reforzarles, y centros educativos que desarrollan protocolos de actuación en las aulas, potenciando de sobremanera su desarrollo. Todos estos avances nos reconfortan y animan a seguir trabajando en esta línea de difusión.

EN BUSCA DEL COLEGIO APROPIADO

Uno de los aspectos que caracterizan a un niño con TDAH es su paso por varios centros educativos. Estos cambios marcarán su autoestima, debido a las experiencias negativas que viven y a la sensación de no encajar, de ser un problema en cada uno de ellos, por lo que tienen que ir vagando de un centro a otro hasta dar con el adecuado. A su vez, este descenso en la autoestima va a hacer mella también en su autoconcepto (la imagen que tiene sobre sí mismo) y a su motivación, entrando en un círculo vicioso del que cuesta salir.

Enseñar y formar a los profesores que interactúan con los niños durante su periodo escolar nos ayudará a revertir esta situación, a impulsar su crecimiento, a que su motivación y sus competencias aumenten, obteniendo así una mejor actitud dentro de la clase, con su respectiva mejora a nivel global.

La formación tendrá como objetivo que el profesor disponga de un mayor conocimiento, de un mayor abanico de estrategias, percibiéndose como una persona con mayor capacidad para ayudarle y con un poder muy grande para potenciar su progresión. Porque para los niños y adolescentes, los profesores son también modelos en los que reflejarse, figuras de autoridad de las que aprender y que, al final de su etapa escolar, les recuerden como aquellas personas que supieron entenderle y ayudarle, pues como dice Maya Angelou “las personas olvidan lo que dices, olvidan lo que haces, pero nunca olvidan cómo le haces sentir”.

No perdamos la paciencia con ellos, no les apartemos, no los etiquetemos dejando de ver sus cualidades positivas y sus fortalezas. Son alumnos que necesitan una mayor comprensión, una mayor flexibilidad y una serie de pequeñas medidas que no impiden su desarrollo, más bien lo impulsan y favorecen.

Ellos lo agradecerán.

(Pincha encima y la entrevista comienza a partir del minuto 13)

El programa La Tarde de la Cadena Cope entrevistó en la tarde de ayer a Ángel Terrón acerca del TDAH. Tuvimos la suerte de poder contar durante la entrevista con María José Montesinos, madre de Alejandro, un niño de 14 años con TDAH a la que queremos agradecerle todo su compromiso y confianza en Educ-at.

Durante la entrevista se trataron temas muy interesantes como son los comportamientos que nos pueden hacer sospechar de que nuestro hijo pueda padecer TDAH, las ventajas que debe aportar la LOMCE y las medidas que se pueden llevar a cabo desde los centros educativos. A su vez, María José nos contó su experiencia como madre de un niño con TDAH y su opinión al respecto.

Esperamos que os gustara.

Muchas gracias.

Educ-at

educatdah.com